Biografía del abogado - George Marion

Hay una diferencia entre un buen abogado y un gran abogado, y hay una razón por la que a un gran abogado a menudo se le llama consejero. A mi modo de ver, un buen abogado está bien preparado, comprende el funcionamiento interno del caso, los detalles de la ley y cómo defender eficazmente a su cliente. Un gran abogado es todo lo mencionado anteriormente junto con la capacidad de actuar como un sistema de apoyo. Un gran abogado escucha las necesidades y expectativas de sus clientes, brindándoles asesoría legal con tremenda empatía y la capacidad de comprender plenamente por lo que está pasando su cliente. A menudo represento a víctimas que han resultado gravemente heridas y, en algunos casos, que han perdido a un ser querido, por lo que reconozco la importancia de la sinceridad, el apoyo, la simpatía y el sólido asesoramiento legal para mis clientes.